perra

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viernes, 8 de enero de 2010

Una joven saborea el poder de un amo desconocidoUna nueva tarde, una nueva sesión, ¿qué me esperaba esta vez?, como siempre no tenía demasiada información de lo que pasaría. Para la ocasión llevaba un vestido playero, de esos que se abrochan por delante y braguitas. Llegamos a la puerta de los apartamentos donde habíamos quedado con el otro Amo, mi Amo llamó al telefonillo y se abrió la puerta, sin ninguna pregunta, ninguna voz. Fuimos directamente al ascensor y subimos hasta la sexta planta y salimos, un largo pasillo con puertas a ambos lados se abría ante nosotros, no se veía nadie en el.Mi Amo sacó el antifaz y me lo hizo poner, a partir de ese momento estaba en sus manos, me guió por el pasillo hasta que supuse estariamos delante de una puerta. Entonces sentí las manos de mi Amo deslizarse por debajo del vestido y sin ningun miramiento me bajó las bragas, me hizo levantar las piernas y me las quitó del todo. Pero no había acabado aquí, sentí como, desde detrás, me descordaba los botones del vestido. Intenté protestar, pero él me indicó que ya conocía las normas y que desde el momento en que habíamos salido del ascensor le pertenecía completamente. Asi que calle y me dejé hacer.Inmediatamente el vestido quedó completamente desabrochado, pero además, me lo quitó completamente dejándome completamente desnuda en aquel pasillo, a la vista de cualquiera que pudiera pasar en aquel momento. Estaba muerta de vergüenza y más cuando ató mis manos a mi espalda, solo entonces llamó a la puerta. Parecía que la puerta no se abría nunca, hasta que escuché como lo hacía, mi Amo me empujó suavemente hacia dentro, di un par de pasos y unos dedos se aferraron a mis pezones, tirando de ellos, para acabar de hacerme entrar.La puerta se cerró detrás de mí y una duda me invadió, ¿había entrado mi Amo?, no lo escuchaba y no tenía la certeza de si estaba con él o me había dejado sola. Evidentemente no podia quitarme el antifaz y cuando le pregunté si estaba conmigo, me respondio la voz de mi nuevo Amo diciendome que aquí solo hablaba él, que había sido entregada para una sesión con él y que bajo ningún concepto debía quitarme el antifaz hasta que él me lo indicara. Mientras hablaba había metido una mano entre mis piernas hurgando en mi mojado coño, me lo apretaba, metía un par de dedos, haciendo que me agitara con fuerza, a todo esto yo continuaba sin saber si mi Amo estaba conmigo o no, pero la verdad es que esto le daba un morbo increíble a la situación y yo sabía que él habría elegido perfectamente y no corría ningún peligro.El Amo dejó de masturbarme, de golpe cuando notó que mi excitación empezaba a ser alta y me ordenó que me diera la vuelta para verme bien. Empecé a hacerlo poco a poco y él me iba parando para verme bien y entonces me hacía continuar. Cuando estuve completamente de espaldas a él me hizo detener nuevamente para ver con detalle mi culo, me lo apretó fuertemente, separando mis nalgas, como inspeccionando el agujerito con el que en un momento iba a jugar. De repente, me dio una fuerte palmada en el culo mientras me decía que lo tenía muy blanco y que eso lo iba a arreglar él.Me desató las manos de la espalda para atármelas nuevamente por delante, cogió la cuerda y me llevó por la habitación, yo tenía los ojos vendados y eso me hacía caminar como un pato, con una indicación suya me hizo arrodillar e inclinarme hacia delante, sentí el frío de una mesa en mi pecho sobre la que me había hecho reclinar, nuevamente desató mis manos para también volver a atarlas a cada extremo de la mesa.Se colocó detrás de mi y empezó a acariciarme el culo, sus manos se paseaban delicadas por mis nalgas casi sin tocarlas, cuando de golpe llegó el primer golpe, duro, seco, para volver a acariciar la zona golpeada, hasta que un nuevo golpe cayó sobre mi otra nalga, acariciándola de nuevo, entonces se levantó y escuché que buscaba algo, lo siguiente que noté fue un azote sobre mi culo y luego otro y otro, debía utilizar un látigo o algo similar porque los azotes eran agudos y finos, evidentemente no era una pala.Estuvo un rato así, que a mi se me hizo interminable hasta que paró, entonces me desató y me hizo incorporar, sin atarme me llevó hasta la cama donde me hizo tumbar boca arriba, atándome a las patas de la cama en forma de X. Yo seguí con los ojos vendados, por lo que no sabía lo que estaba haciendo él y ni siquiera si realmente estábamos solos o no, aunque eso ya no me importaba. Después de escucharle buscar algo, sentí que se acercaba a mi, separó los labios de mi empapado coño y me puso un líquido que frotó con fuerza contra mis sensibilizados labios, inmediatamente sentí un calor inmenso en ellos, realmente la sensación era de calor intenso.Volvió a separar mis ardientes labios y algún tipo de aparato empezó a entrar en mi, tenía una punta fina y redondeada, pero enseguida se dilataba cogiendo un tamaño considerable, entre lo mojada que estaba y el lubricante no le costó nada metérmelo todo dentro, y entonces aquello se empezó a agradandar dentro de mi, lo hacía él mediante una bomba, aquello se inflaba y inflaba, cuando me sentía completamente llena, empezó a estirar del mismo, notaba como mis labios se dilataban para dejarlo salir produciéndome un dolor agudo, al dilatarse mis labios dejaba completamente expuesto mi ultrasensibilizado clítoris, entre el placer de la situación y el extraño lubricante caliente que me había aplicado directamente en el lo notaba muy inflamado y como digo muy sensible, así que cuando mientras sacaba el consolador inflable me aplicó directamente sobre el clítoris un potentísimo vibrador creí morirme de gusto, me retorcía sobre la cama mientras él sacaba y metía el hinchable a la vez que aplicaba sin piedad el vibrador, poco a poco sentí que me llegaba el primer orgasmo, me venía con una fuerza increíble, él lo notó también y justo en ese momento paro el vibrador y desinfló el hinchable, dejándome a las puertas del orgasmo.-Nadie te ha dado permiso para correrte y dudo que hoy lo hagas, me dijo mientras sacaba el hinchable de mí.Me mantuvo atada a la cama mientras lo escuchaba nuevamente trastear, un momento después me desató haciéndome poner de cuatro patas sobre la cama, nuevamente sentí la suave cuerda rodear mis tobillos para atarlos a las patas de la cama y mis manos al cabecero. De esta manera era mi culo el que quedaba ahora a su disposición, pero su mano fue directa a mi empapado coño, noté como intentaba meter algo dentro de el, algo grande, como una bola, del tamaño de una pelota de tenis, pero estaba tan mojada y dilatada del hinchable anterior que entró toda dentro de mí sin demasiados problemas, entonces acarició con sus manos suavemente mis nalgas, como había hecho antes, y como anteriormente también, una fuerte palmada, esta vez de sus manos cayó sobre ellas, las palmadas se alternaban con las caricias y además la bola empezó a vibrar con suavidad dentro de mí, pero a cada palmada la intensidad de la bola se incrementaba, esperaba cada palmada para incrementar el placer que sentía en mi coño y el calor en mi culo, hasta que tuve nuevamente el orgasmo a las puertas y él nuevamente paró de golpe, sacándome la pelota del coño que hizo un ruido como si fuera un tapón, notaba como me palpitaba el coño, tenía contracciones y estaba a punto de correrme cuando sentí algo muy frío contra mi coño, me estaba frotando un cubito de hielo para cortar de golpe el orgasmo, esta vez casi se le escapa, pero estaba claro que no me correría.Me mantuvo en esa posición hasta que notó que ya me había calmado y solo entonces volvió a la carga, me hizo levantar la cara y una puso una mordaza de cuero en mi boca, que ató a mi nuca, separó mis nalgas y aplicó el lubricante a mi ano, metiendo a continuación un dedo en el, de inmediato la sensación de calor, casi de quemada me llenó el ano, él metía y sacaba su dedo dilatándome poco a poco, después de un par de veces fueron dos sus dedos y fue repitiendo la operación, despacio, con calma, hasta que fueron cuatro los dedos que metía con facilidad en mi culo.Cuando consiguió meter los cuatro empezó a meterlos y sacarlos poco a poco, pero sin dejar que salieran completamente, a la vez que los giraba, como si fueran a rosca, cada vez que los sacaba, las siguiente vez entraba un poco más en mi, dilatándome el esfínter como nadie lo había hecho. Después de cuatro o cinco veces, noté como su pulgar también quería entrar en mi, ahora no hacía un mete-saca, solo apretaba contra mi culo, haciendo rotar su mano, el dolor era intenso, pero no podía gritar ni hablar, para eso había sido la mordaza.Notaba mi ano cada vez más dilatado, él iba lubricando sus dedos mientras entraban cada vez más en mi, notaba el lubricante, mezclado con mis propios líquidos resbalar por mis muslos mientras él seguía con su propósito, estaba segura de que intentaba meterme el puño en el culo y también estaba segura de que no lo conseguiría, pero tampoco tenía manera de evitarlo, el dolor ya era intenso cuando dejó de empujar, sacó la mano de mi culo y lo sentí, además de dolorido, completamente abierto.-Esta vez no lo hemos conseguido, pero ya sabes que te espera la próxima vez, dijo.Me dio otra fuerte palmada en el culo y me desató, me di la vuelta en la cama esperando a ver que pasaba. Pero él me hizo levantar y me condujo por la habitación, yo continuaba con los ojos vendados y no sabía donde íbamos, pero al notar un borde frío contra mis rodillas y hacerme meter dentro, supe que estaba en la bañera, me ordenó tumbarme en ella, ya sabía lo que me esperaba, mi Amo me lo había hecho alguna vez, pero nunca un extraño, al momento sentí su chorro caliente sobre mi coño, intenso, con fuerza, el chorro subió por mi vientre y pechos, se entretuvo un momento en ellos mientras me ordenaba abrir la boca y sacar la lengua.Su chorro se paseó por mi cara, mi lengua, mi boca, sentía su sabor salado hasta que el chorro dejó de tener fuerza, sentí sus últimas gotas sobre mi pecho y me ordenó que se la limpiara bien, me puse de rodillas en la bañera y empecé a lamerla con ganas, sentía su saborcito salado mientras se iba poniendo dura, notaba como crecía y yo seguía chupando, el Amo me cogía la cabeza haciéndome llevar el ritmo, pensé que, incumpliendo los límites, se iba a correr en mi boca, pero en el último momento me la sacó y noté su semen caer sobre mis pechos y muslos, era una corrida intensa, larga.-Se que tu límite es no correrse en tu boca, pero voy a pedirte que me la limpies bien, si quieres lo haces y si no no pasa nada. Me dijo.No dije una palabra y me metí nuevamente su polla en la boca, tenía el sabor de su semen y todavía salía algo de ella, pero la chupé con ganas, dejándola bien limpia. Entonces él me dijo que ahora se iba, nunca iba a ver su cara, cuando escuchara que la puerta se cerraba podía quitarme el antifaz y ducharme, me dio un beso en la boca y se fue. Quedé sola en la bañera, pensando en lo que había pasado y disfrutando el momento, me duché y salí, desnuda a la habitación.Allí, en un sofá estaba mi Amo, iba a preguntarle si había estado o no, pero sabía que no me lo diría, ademas, ¿tenía importancia?
Autor: narcisogalindo

2 comentarios:

ALFA dijo...

no creo que en esos momentos
importara ya mucho...

saludos!!

Bella dijo...

Que gusto es leerle. Por ello le he otorgado un premio el cul le está aguardando en mi blog
Espero le guste

Mis respetos
Bella

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