Poesía

Una sumisa es una rosa

Cada sumisa es una rosa hermosa
Y hay que saber cuidarla día a día
Regarla con ternura, protección
Cada día se embellezca más por si misma
Que florezca con el rocío del amanecer
Con sus pétalos sean caricias para uno
Cada pétalo hable por si misma
Todos los pétalos son hechos para forma felicidad
El tallo, es el ser de explorarse ante un camino
Las espinas son los obstáculos que hay que sobrepasar
Que se necesita una persona quien las quite
Porque ella misma, no podrá hacerlo
Hay que hacer que embellezca día a día
No dejarla marchitar, al contrario
Pero, cuando se marchita
Solo queda, que vuelta brotar nuevamente
No será la misma rosa, ni su misma belleza eso es seguro
Será aún más bella que antes, más brillante
Más reluciente, más hermosa cada segundo
Porque habrá, brotado por sí misma
Porque, fue más fuerte al volver a brotar
Nunca dejen morir a una rosa
Ayudar a crecer nuevamente que renazca de nuevo
Como el mismo fénix lo hace
O mejor aún, no dejarla marchitar
Cuiden, protejan, embellezcan cada rosa que posean
Y tú rosa por no decir sumisa
No dejes marchitar, vuelve a renacer siempre con más brillo
Con más intensidad cada vez, con más fuerza.